
“Este milagro que un día se rompió, esta promesa que ha quedado ahogada bajo el alcance ligero de una sonrisa abolida, de una mirada lejana y de una mano sin proyectos, ¡no puede ser un azar, un accidente! ¡Les ha pasado una gran desgracia...! No. Ha llegado alguien, alguien muy grande; y esto no es precisamente una desgracia. No nos hemos retorcido el espíritu para demostrárnoslo. No nos hemos hecho sermones. Solamente guardando silencio ante este joven misterio, poco a poco nos ha envuelto la alegría” (“Mounier y su generación”. Obras Completas vol IV. Sígueme. Salamanca,1993, 28.VIII.1940
“Qué sentido tendría todo esto si nuestra pequeña no fuera más que un pequeño trozo de carne caído de quién sabe dónde o un trozo de vida accidentado, y no esta pequeña y blanca ostia que nos sobrepasa a todos, una infinitud de misterio y de amor que nos deslumbraría si la viésemos cara a cara... Yo me acercaba a esa cama sin voz como a ujn altar, a un lugar sagrado donde Dios hablaba a través de un signo. Una tristeza mordaz, profunda, pero también ligera y transfigurada. Y a su alrededor sólo encontré una palabra: adoración” (Ibídem 20.III.1940. Carta a Paulette Mounier)
“Encontrar personas es lo que yo esperaba de la vida, y sabía muy bien lo que esto significaba: encontrar sufrimiento... pero sólo podía imaginar la alegría a través de la participación en el sufrimiento” (C. Moix. “El pensamiento de E. Mounier”. Ed Estela. Barcelona 1964 p.8 )
1 comentari:
Gràcies per aquestes cites. A mi també em diuen molt.
Publica un comentari a l'entrada